viernes, 8 de febrero de 2013

Alguna vez...



Alguna vez te han preguntado, ¿como estas?
Alguna vez te han preguntado, ¿que sientes?
Alguna vez te han preguntado, ¿te pasa algo?
¿Alguna vez se han preocupado de ti?
¿Alguien te ha priorizado, por delante de sus propios asuntos o problemas?

        Me temo que la respuesta a todas las preguntas sea que no. Y me cuesta entenderlo, pero puedo llegar a hacerlo. Lo que no entiendo es que sigas anclada en tu pasado, y, en palabras tuyas, “estar acostumbrada a cargar con la culpa de todos” no es excusa para no vivir en el presente, y mirar al futuro.

         Antes de nada, mira a tu lado. ¿A quien ves? Soy yo. ¿Me recuerdas? El plasta que lleva 6 meses intentando darte cancha, intentando que te relajes, intentando hacerte ver que no, que el mundo no se apoya en tus hombros, que no tienes que cargar con todas las responsabilidades de todos, y que tampoco debes cargar con sus errores.

        Soy la persona que te pide, día si y día también, que me cuentes aquello que se te esté pasando por la mente. La persona que, al ritmo que me dejas, va conociéndote día a día, y que sabe cuando estás mal, y que se preocupa de ti.

       ¿Ya has caído? Ahora responde de nuevo las primeras preguntas, pensando en mí. ¿La cosa cambia no? Bueno, ese es tu presente. Es mi presente. Y quiero que sea mi futuro. Y espero que el tuyo también. Porque no me canso, porque a diferencia de lo que has visto, o creído ver, tengo mucha paciencia. Muchísima. Porque en el momento en el que quieras hablar, tienes la seguridad de que me vas a encontrar. Porque sabes que no te voy a juzgar, sabes que vas a tener mi apoyo siempre, que si puedo, te ayudaré, y si no, cargaremos con el problema que sea entre los dos.

        Pero por favor, no más lagrimas sin explicación. No más caras serias sin respuesta. No soy como la gente que te ha rodeado en el pasado. Yo soy yo, me conoces bien, sabes que no soy igual, no te comportes pues conmigo como te has comportado hasta ahora con los demás.

       No te doy razones para el silencio, no te doy razones para no confiar, no te obligo a aparentar nada, solo quiero que seas tu misma, y que te des cuenta de que, igual que yo te trato de manera diferente, tu deberías comportarte de manera diferente.

         Jamás te he cargado con la culpa de mis problemas o de mi comportamiento, ¿por qué lo haces tu? ¿Por qué solo piensas que eres la culpable y no te da por pensar que eres la solución?

      Igual que durante años te has acostumbrado a cargar con la culpa de los demás, empieza a acostumbrarte a importarle a alguien. Ya va siendo hora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario