1 de febrero, hace un par de noches, mientras dormia, y en plena pesadilla, empezó a contar cosas que no conocia de su pasado. No podia hacerla callar, y cada palabra que decia se me clavaba en la cabeza, tan profundamente que aún las tengo grabadas. Fueron dos horas y media. Dos horas y medias en las que, entre respiraciones convulsas, y abrazos de terror, tuve que ir dos veces al baño a vomitar.
Entendí muchas cosas aquella noche. Por ejemplo, por qué no le gusta la noche de haloween, por qué no le gustan los chicos rubios etc.
Tiene solo 24 años, y ha vivido cosas malas que nadie viviría en 4 vidas. Cosas tan graves, que no solo me duele pensar en ellas, sino que hace que mi actitud hacia ella cambie. Es realmente horrible. Por un lado, sentirte tan desolado por algo que no puedes cambiar, y por otro, dolido por tu actitud hacia ella en ese momento en el que mas te necesita. Y de nuevo, algo que no se puede cambiar.
Me encantaria no pensar en ello, pensar que ha tenido una infancia normal, una adolescencia común, pero en ella nada es común. Y su pasado tampoco. Pero por desgracia para mi, su pasado, cada vez que vuelve a mi memoria, me golpea duramente, y lo hace dos veces. Primero, haciendome sentir un dolor, una amargura, y una ira contenida que nunca antes habia sentido, y dos, recordandome que, precisamente el pasado, es el culpable de que apenas la conozca.
Según me dice, nadie se ha preocupado nunca por ella, está acostumbrada a pensar siempre en los demás, en ayudarles, apoyarles y mimarles, sin recibir nada a cambio. Acostumbrada a sentirse mal, y no poder decirlo. Y yo quiero cambiar eso. Intento cambiar eso, intento que se abra a mi, que me cuente qué se le pasa por la mente que le hace cambiar la cara, intentar hacerle ver que, por una vez, pero para siempre, no volverá a estar sola. Que siempre que me necesité, estaré ahí, porque no hay nada que quiera mas que cuidarla, amarla, protegerla, preocuparme por ella y darle todo lo que no ha tenido hasta ahora.
¿Llegará? De corazón, espero. Confío en que llegue el dia en el que se sienta mal, por cualquier motivo, y me lo cuente, y entre los dos le busquemos una solución, y si no la tiene, aguantemos el marrón también entre dos.
Hoy lleva un dia realmente revuelto, espero que se dé cuenta, con estos pequeños detalles que no me importa nada mas que su bienestar, y que necesito que aprenda a abrirse a mi, que su pasado, ese pasado que tanto daño le ha hecho, es eso, pasado, y que esto es una nueva oportunidad para empezar a ser feliz, para compartir cuales sean las cargas que tenga en esa cabeza, y para relajarse.
No se si te has enterado ya... ¡¡TE QUIERO!!
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