martes, 1 de enero de 2013

Año nuevo, vida nueva.

        Oficialmente 2 de enero. Vaya primero de año he tenido. Han sido, con diferencia, las mejores navidades de mi vida.

            En nochevieja cené en casa, con mi padre, bueno, cenita tranquila, uvas, todo el rollo ese, y después pasé la noche con mi niña. En año nuevo hemos despertado a eso de las 11:30 de la mañana, hemos salido a dar una vuelta y al final, se ha animado y ha comido en casa con mi padre y conmigo. Una buena comida sin duda, lo he pasado genial. Está ella y parece que todo se relaja, no hay tensión, no hay problemas. La comida se ha alargado hasta las 6 de la tarde, y bueno, hemos bebido mucho. Al final, y resumiendo, hemos despertado a las 22:00 "de la siesta", vaya par, vestirnos, he salido a comprar algo para cenar y de paso acompañarla al bus.

          Mañana tocará dar explicaciones al aita de por qué no he contestado a las llamadas ni por qué he subido a cenar... Pero como se dice, bihar, biharkoak.

           A lo que iba al principio. Este año me ha traido, muchas decepciones, grandes putadas, y algo muy bueno. Algo excepcional. A mi niña. Me ha cambiado la vida. Tras muchos años, toda la vida, siendo quien no era, protegiendome bajo kilos de coraza, disfrazado de un cabrón sin sentimientos, ella ha sabido ver, y sacar a la luz a mi verdadero yo, como suelo decir, un niñato que no sabe nada de la vida, mas sentikorra que ni sé, que está deseando no solo dar cariño sino, por qué no, recibirlo. En resumen, un blando de cojones. Pero qué se le va a hacer, hasta ahora, siendo un hijoputa frio, distante, sin sentimientos, no me ha ido nada bien, y por lo que parece, siendo como realmente soy, he conseguido tener a mi lado a la mujer mas increible que me he topado nunca.

          Empieza un nuevo año, lleno de propósitos (por mi parte, solo dos), lleno de ilusiones, ilusiones de comenzar una nueva vida, de poder largarme por fin de casa de mi padre, de poder compartir el dia a dia con mi niña, de currar, de tener un chucho, o dos, de poder saber que, pese a estar todo el dia separados, al llegar a casa podré compartir mesa con ella, podré tirarme en el sofá con ella, y podré dormir con ella y amanecer todos los dias a su lado.

            Lo dicho, me he convertido en un blando de cojones, pero qué coño, es lo que soy, a quien le guste bien, y a quien no que se joda. Por los mios daría mi vida sin dudarlo, por mi niña, lo daría todo, y espero que algún dia, pueda hacerlo.

           He empezado el año con muchas ganas y mucha fuerza, nadie sabe lo que nos deparará la vida, pero confio en que a lo largo de este año, pueda hacer algunos de mis sueños realidad.

Bueno, con esto y un bizcocho...

No hay comentarios:

Publicar un comentario